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tronka

Y yo cuando cruzo?

Y yo cuando cruzo?

Debe ser que peco de ingénua.

Cuando me digeron que se iban a aprobar una serie de leyes basadas en el civismo, me dió por ponerme a soñar.

Oh, que feliz sería si por fin, por fin! pudiera cruzar un paso de peatones de cualquier calle de Barcelona sin detenerme a esperar que no pasen coches.

Que es que yo antes pensaba (hasta que me saqué el carnet de conducir) que los pasos de peatones, o pasos de cebra, eran un aviso al peatón, algo así como un "parate aquí o no respondo" hasta que no hubiera medios de locomoción en tránsito y fuera posible cruzar.

Después llegó mi carnet y con él la gran verdad: es el peatón el que tiene preferencia!

Gran incógnita que se cierne sobre mi. Entonces, ¿Porqué nadie lo cumple?

En mi ya comentada ingenuidad se me ocurrió un día, al volver de recoger a mis dos hijas de la guardería, intentar llegar al otro lado de mi calle usando el paso de peatones, lo que me libraba de andar tres manzanas más hasta el semáforo, justo cuando estaba por pasar un coche de la policia (sin luces ni serena, entiendo pues que sin urgencia)

Y yo que voy y pienso, "ah, este fijo que se para".

Me fue de poco de no perder las cejas de lo cerca que me pasó.

Ahí empecé a sospechar que la nueva ley igual no tocaba el tema del peatón vs la cebra... pero no me di por vencida y ya que me había lanzado lo quise completar. Cruzaría por el paso de peatones por mis narices. Así que decidí que mejor era esperar a que me dejaran pasar... esperar... esperar...

"A ver, que parece que este quiere parar... ah, pues no. Claro, es que no me ven, como este anormal ha aparcado su camioneta de lunas tintadas justo al lado del paso de cebra...me adelantaré un poco más..." y así, más cerca de la línea del centro que del arcen, me puse a pensar que esa vez parar paraban seguro, que me veian perfectamente, a mi y al carrito doble de mis hijas, estrategicamente situado detrás de mi, para cuando viese el camino despejado poder tirar de él y plantarlo en la acera contraria en 1.1 segundos.

Pero no, este tampoco para, es más, me hace un gesto con la mano bastante elocuente que creo que tiene algo que ver con que entre el carro doble y yo, ocupe casi la totalidad de la calzada.

Unos veinte coches más y ninguna para. No me rindo, tengo que pasar y pasaré!!!

Por fín!! sííííí! aun existen buenos samaritanos entregados a las normas de circulación, uno de ellos ha parado su vehículo y me da paso! mientras cruzo hago reverencias a mi semi dios motorizado, todavía incrédula de que esté, a fin de cuentas, cruzando mi calle... snif... la emoción me embarga.

Al subir el carrito a la acera me giro para despedir a tan excelente conductor y veo el motivo de su generosidad: lo que quería era que abandonara ese lado del paso de cebra para poder estacionar allí su vehículo.

Si llego a pasar por esa intersección cinco minutos después, ni siquiera hubiera podido intentar cruzarla, el coche de mi supuesto benefactor me lo habría impedido, entre el susodicho vehículo y los circundantes no entra ni un carro de la compra, menos uno cargado con dos crias, dos mochilas, tres bolsas del super, el pan y el periódico.

Con resignación y bastante desmoralizada me he prometido a mi misma que la próxima vez que tenga que cruzar por ese punto me llevaré una botella de agua, una ración de comida en fiambrera y una mantita para la noche, que refresca.

1 comentario

Xavi -

Molt bó i quanta raó que tens !! Quan som peatons, som en mig d\'una jungla de ciment, comportant-nos com a formigues amb por a ser esclafades... peró ah... quan som conductors, ens comportem com animals, que es creuen amos i senyors d\'aquesta jungla, on només compte la llei del més fort... Quina pena!